Ilustración de portada de «El quinto elefante» de Josh Kirby.
Hace un tiempo hice una lista con mis libros favoritos (y menos favoritos de Mundodisco) e, inexplicablemente me dejé en el tintero uno de los mejores a muchos niveles. Se trata de El quinto Elefante, la novela número 24 de Mundodisco. Hace mucho que la leí y quizá por eso no recordaba lo genial que és. Volví a ella casi por accidente y no pude sino devorarla.
Siguiendo la estructura habitual de Mundodisco, es decir, sin capítulos, únicamente escenas separadas, El Maestro profundiza en el mundo, en la sociedad y en la psique de personajes que ya conocíamos, pero en un nuevo ambiente. Resulta que el Bajo rey de los Enanos va a ser coronado y Sam Vimes es enviado en calidad de diplomático a Jdienda, en plena Uberwald, una tierra plagada de enanos, vampiros, hombres lobo y Igors, algo así como la versión romantizada de la Transilvania de nuestro mundo. Mientras tanto, el Bollo del destino, un objeto sin el cual la coronación no es posible porque tradición, ha sido robado, así como la réplica que se guarda en el museo de pan enano de Anhk-Morpork. Por otra parte, la Sargento Angua ha desaparecido y el Capitán Zanahoria decide ir tras su búsqueda, por lo cual, el sargento de mayor antigüedad es ascendido a oficial de la guardia. Y ese oficial no es otro que Fred Colon.
Mientras tanto, Sam Vimes, una figura de Acción (no literalmente) se las verá con La Diplomacia y lo que le supone ser el representante de Ankh-Morpork en un lugar donde Ankh-Morpork no es bien recibida.
No quiero desvelar más detalles de la trama, así que paso a explicar por qué razones esta novela me parece tan genial, incluso dentro de una saga tan magnífica como Mundodisco.
- El Worldbuilding.
Muchas de las novelas de Mundodisco comienzan explicando que éste es un disco plano sostenido por cuatro elefantes que, a su vez, se apoyan en una inmensa tortuga llamada Gran A’Tuin. Esta novela da por hecho eso, pero explica una vieja leyenda enana que habla de un quinto elefante que dio un traspiés o algo similar y acabó por estrellarse contra el propio disco. Detalle importante, ya que los protagonistas viajarán a un lugar en cuyo subsuelo existen minas de sebo que, en algunos lugares emergen a la superficie en forma de géiseres borboteantes de grasa hirviente, en la cual a veces se pueden encontrar restos de animales enormes y prehistóricos completamente fritos. Con lo cual no es descabellado imaginar que la leyenda puede tener una base de razón, aunque en ningún momento se llega a confirmar que ocurriera así. La prueba definitiva serían unas hipotéticas minas de marfil de las que no se habla en el libro. Una lástima.
Otro detalle del Worldbuilding interesante es que aparecen los Claks, un sistema de semáforos ópticos que se comunican unos con otros a larga distancia y que cobra más protagonismo en novelas posteriores como “Cartas en el asunto” (Going postal) y el funcionamiento del cual (o su interrupción más bien) tiene su papel en La Diplomacia, uno de los temas de la novela.
- Los personajes.
La mayoría de los personajes principales de esta novela son viejos conocidos de las novelas de la Guardia, aunque hay algunos cuantos nuevos y muy interesantes, algunos tomados de otras sagas, como Gaspode, e incluso se mencionan de pasada al Tesorero y al Bibliotecario de la Universidad invisible. Sin embargo, lo más interesante es que todos esos viejos conocidos se encuentran en lugares o situaciones a las que no están acostumbradas. Por ejemplo: Vimes, un policía callejero es enviado como embajador de Anhk Morpork; Detritus, que debido al frío de Jdienda, está singularmente espabilado y se comporta con inteligencia (al menos con toda la inteligencia esperable de un troll listo). La cabo Culopequeño se encuentra de repente con que la mentalidad de los enanos de Smaltzberg (el reino enano bajo la superficie) es muy distinta respecto a mostrar feminidad que la de los enanos de Anhk-Morpork. Angua tiene que escapar por motivos familiares y Zanahoria abandona la guardia para seguirla con la ayuda de Gaspode, un perro callejero que se verá obligado a pisar campo y a tratar con lobos. Por otra parte, Fred Colon, ante la ausencia de sus superiores, es elevado a Capitán, lo cual le vuelve paranoico, pendenciero y desagradable. Nobby Nobbs, su inseparable compañero (al menos hasta ese momento) decide fundar el gremio de guardias ante los abusos de Colon.
- La persecución.
Por motivos que no vienen al caso, Vimes se encuentra de pronto que una manada de hombres lobo lo persigue a través del bosque y, por si no fuera lo suficientemente malo, ha perdido los pantalones y hace un frío de pelotas. La crudeza con la que está narrado todo el pasaje realmente hace que te estremezcas, aunque aún así lances una sonrisa de vez en cuando. Vimes está muy cerca de la muerte y metido en un lío aún peor por culpa de la diplomacia y las vetustas y rígidas leyes enanas. Mención especial al punto donde tiene que trepar a un árbol cubierto de grasa y de cómo aprovecha la, aparentemente única debilidad de los Hombres Lobo. Estos por su parte son un constructo muy interesante, pues su naturaleza está dividida, no son ni del todo lobos ni del todo humanos, al igual que los perros, que no son muy humanos para ser lobos y muy animales para ser humanos. Aunque sepan hablar.
- Los Igor.
No hay mucho que decir de ellos, aparte de que todos se llaman igual (para evitar confusiones) y que parecen sacados directamente de la película “El jovencito frankenstein” pero con cicatrices y ceceos. Son la especie de ayudantes de laboratorio nativa de esas tierras y no dudan en echar una mano, o dos, o tres (elija el número de dedos que prefiera), a quien necesita ayuda quirúrgica. Simplemente descacharrantes.
- La trama.
La novela empieza como una novela negra al uso. Han robado un objeto y ha habido un asesinato y la guardia debe resolverlo. Esto, de algún modo, se mezcla con asuntos que transcurren a cientos de kilómetros, conspiraciones e intrigas. Si no te interesa mucho todo esto no te preocupes pues es sólo el telón de fondo. Por suerte, Sybil, mujer criada por y para la nobleza, ha estado muy pendiente de todo el asunto diplomático mientras su marido se entretenía en resolver crímenes que, en principio, no le atañen, cometiendo otros (tecnicamente) para salvar vidas, o siendo perseguido por hombres lobo.
Todo esto se entremezcla de forma impecable, con sus puntos de humor característicos de la escritura del autor, que te hacen reír y reflexionar a la vez. Es un libro que cada vez que lo leo me gusta más. Altamente recomendable, aunque se disfruta más si previamente has leído otros libros de la saga de la Guardia.
Hola, muy buen trabajo yo también estuve leyendo a Sir Terry Pratchett y escribí al respecto, me encantaría que leyeras mi trabajo y me dieras tu opinión lo puedes encontrar en http://danesda.blogspot.com/2017/05/el-exodo-de-los-gnomos-terry-pratchett.html?view=flipcard
gracias
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